Fajardo visita Popayán: propuestas de Dignidad y Compromiso para el Cauca, seguridad y Panamericana
En su visita reciente a Popayán, Sergio Fajardo, precandidato presidencial por el partido Dignidad y Compromiso, lanzó declaraciones firmes y propuestas radicales para enfrentar lo que describe como una emergencia humanitaria, política y de seguridad en el departamento del Cauca. No se trata de discursos menores: lo que plantea tiene potencial de transformar la relación entre el Estado, las comunidades y las violencias históricas que hoy retumban cada vez que se habla de seguridad, justicia y vías bloqueadas.
Fajardo abrió espacios de diálogo público en Popayán, en los que escuchó —y reconoció— la desesperanza que muchos sienten por la continuidad de los hostigamientos, los asesinatos, los atentados y el cierre de la Panamericana. En esas intervenciones, más que palabras decorativas, insistió en un plan con compromisos concretos: presencia institucional efectiva, justicia para las víctimas, control territorial inteligente, inversión social y transparencia.
Seguridad como eje estructural
Fajardo subraya que la seguridad no puede seguir siendo interpretada solo como la respuesta represiva o militar. En sus declaraciones en Popayán dejó claro que su apuesta por Dignidad y Compromiso va más allá: plantea recuperar la legitimidad del Estado a través del acercamiento a las comunidades, entendiendo sus miedos y necesidades. Propone un sistema de inteligencia territorial reforzado, apoyado en tecnología y en agentes locales, que permita anticipar actos violentos, hostigamientos y amenazas, especialmente las que hoy expulsan personas de sus veredas o cierran rutas vitales. También propone mejorar condiciones materiales de la fuerza pública, pero especialmente de la policía local, garantizar su formación en derechos humanos, y hacer visible un Estado que cumpla con lo que promete, que convoque a la gente para deliberar sobre qué seguridad quiere.
Bloqueos en la Panamericana: diálogo, justicia y vías que salven vidas
Uno de los temas más críticos que enfrenta el Cauca es el cierre recurrente de la vía Panamericana. Fajardo lo ve como un síntoma de fallas profundas: exigen que el Estado cumpla compromisos sociales, de infraestructura, de salud, de tierras y de convivencia. En entrevistas con medios locales enfatizó que los bloqueos no deben prolongarse sin soluciones reales. Propone tres líneas de acción:
- Mesas de diálogo territoriales ambiciosas entre comunidades indígenas, campesinas, víctimas, gobierno departamental, municipal y nacional, con participación directa del partido Dignidad y Compromiso como garante del cumplimiento.
- Acuerdos vinculantes con cronograma, recursos y verificación ciudadana, para que lo pactado no se quede en anuncios. Según Fajardo, muchos bloqueos se levantan tras promesas que luego no se cumplen: su gestión aspira a cambiar ese patrón.
- Corredores humanitarios y rutas alternas, para asegurar el acceso a servicios básicos como salud, educación y transporte de alimentos, incluso cuando haya interrupciones. Y al mismo tiempo, medidas urgentes para garantizar la libre movilidad de quienes no participan de protestas, pero sufren sus consecuencias.
El Cauca, centro nacional de dignidad
Fajardo insistió en Popayán: no se trata de caridad, ni de asistencialismo, sino de dignidad. Su apuesta con Dignidad y Compromiso es hacer visible al Cauca como un territorio olvidado que exige protagonismo. Su propuesta de gobierno integra justicia restaurativa para víctimas, reparación simbólica y material, y un enfoque diferencial para comunidades étnicas, campesinas y afectadas por el conflicto armado.
Además, advierte que la solución no vendrá solo de castigar a los responsables de violencia, sino de fortalecer instituciones locales, fomentar participación real, transparencia, control ciudadano y políticas sociales fuertes que disminuyan las desigualdades que hoy alimentan el malestar.
Conclusión
La visita de Fajardo a Popayán no fue una simple gira política: fue un acto de desafío institucional. Al encarnar el discurso de Dignidad y Compromiso, plantea que el Cauca debe dejar de ser objeto de promesas rotas. La seguridad no sólo como presencia militar, sino como Estado completo; la Panamericana no sólo como vía estratégica para el comercio, sino como símbolo de movilidad humana, de derecho al territorio, de paz. Si los compromisos que dejó en Popayán llegan a traducirse en políticas de verdad —y no en campañas—, podríamos estar ante un punto de inflexión para la región. Pero para eso, el reto es enorme: convertir en hechos lo que hasta ahora muchos conocen solo como discursos.

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