Debate en el Senado: el Presupuesto General de la Nación para 2026 genera controversia

El Congreso de Colombia, en particular el Senado, inició el análisis del Presupuesto General de la Nación (PGN) para la vigencia de 2026, propuesto por el Gobierno nacional y presentado por el ministro de Hacienda, Germán Ávila.

Principales datos de la propuesta

El PGN asciende a cerca de 556,97 billones de pesos. Sin embargo, dentro de esta cifra se encuentran aproximadamente 26 billones de pesos que dependen de la aprobación de una nueva ley de financiamiento, lo que genera incertidumbre sobre su viabilidad.

En comparación con el presupuesto de 2025, el aumento real total es de apenas el 1,2 %, un crecimiento que algunos senadores consideran insuficiente frente a las necesidades sociales y fiscales del país.

Críticas y puntos de tensión en el Senado

Desde el primer debate, varios senadores expresaron preocupación por lo que calificaron como un presupuesto “desfinanciado” e “irrealista”.

Algunos de los cuestionamientos más destacados fueron:

  • La advertencia de que el incremento en transferencias, estimado en 26 billones de pesos, terminaría afectando a los ciudadanos comunes si la ley de financiamiento no se aprueba de manera equilibrada.
  • El señalamiento de que el presupuesto requiere de manera obligatoria una ley de financiamiento, sin la cual no hay certeza sobre cómo se cubrirán los déficits fiscales.
  • El reconocimiento del propio Gobierno de que el proyecto presenta un déficit, en gran parte debido a los subsidios a los combustibles financiados a través del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC).

Lo que se espera del proceso legislativo

En el Senado, las comisiones económicas revisan la propuesta con especial atención al cumplimiento de la regla fiscal en los próximos años. Los legisladores analizan posibles ajustes, como disminuir partidas de funcionamiento poco eficientes, revisar los gastos inflexibles y dar prioridad a sectores estratégicos como salud, educación y seguridad.

Uno de los puntos más discutidos es la ley de financiamiento. Sin ella, según los senadores, no habrá base para respaldar parte del presupuesto. Algunos insisten en que los impuestos no deben recaer sobre la canasta familiar ni la clase media, sino sobre productos y sectores con mayor capacidad de aporte.

Riesgos y expectativas

El principal riesgo que enfrenta el Congreso es aprobar un presupuesto sin respaldo financiero sólido, lo que podría traducirse en incumplimientos, recortes inesperados o mayor endeudamiento.

A pesar de las críticas, existe expectativa de que el debate derive en un documento más realista y ajustado, que refleje mejor los ingresos proyectados, reduzca gastos innecesarios y focalice los recursos en las prioridades del país.

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