Petro revela sus finanzas tras sanciones de EE. UU.

El presidente Gustavo Petro hizo públicos sus estados financieros personales en un intento por demostrar transparencia y aclarar cuestionamientos internacionales. Según la información divulgada por la Unidad de Información y Análisis Financiero (UIAF), sus movimientos bancarios entre 2023 y 2025 incluyen ingresos propios de su salario como mandatario, regalías por la venta de libros y ahorros acumulados, así como egresos regulares por hipoteca, compras, viajes y gastos personales.

La decisión también busca responder a la presión internacional luego de que autoridades de Estados Unidos lo incluyeran en una lista de perfiles bajo observación por presuntos vínculos con redes ilegales. Frente a este escenario, Petro aseguró que sus finanzas son completamente legítimas y que no existe relación entre sus recursos y actividades ilícitas. Según su gobierno, la publicación de los datos busca disipar dudas y demostrar que su patrimonio coincide con sus ingresos declarados.

El escándalo por el pago en un club nocturno

El punto más polémico de los documentos revelados fue un gasto de aproximadamente 210 mil pesos colombianos realizado en un club para adultos en Lisboa. Aunque el monto no es alto, la naturaleza del lugar encendió el debate público. Según los registros, el pago se habría realizado durante un viaje oficial a Portugal en 2023, donde el mandatario cumplía compromisos diplomáticos y reuniones con autoridades europeas.

La aparición de este gasto llevó a que opositores y figuras públicas señalaran una posible incongruencia entre la investidura presidencial y el tipo de establecimiento visitado. Para algunos sectores, el tema no tiene que ver con el valor de la transacción, sino con la imagen institucional que debe proyectar un jefe de Estado, incluso en su vida privada. El episodio se sumó a un clima de creciente desconfianza hacia sus decisiones personales y financieras.

Críticas y defensa: la polarización continúa

Varios líderes políticos criticaron a Petro, asegurando que la revelación del gasto afectaba la dignidad presidencial y generaba más dudas sobre la frontera entre gastos personales y actividades oficiales. También se insistió en la necesidad de revisar si todos los recursos empleados durante viajes internacionales son adecuadamente registrados y diferenciados de los fondos públicos.

Ante las acusaciones, Petro respondió que no tiene nada que ocultar y que sus ingresos coinciden plenamente con los movimientos bancarios publicados. Afirmó que el pago en Lisboa fue estrictamente personal, ajeno a su agenda institucional, y reiteró que la publicación de sus finanzas refuerza su compromiso con la transparencia. Además, sostuvo que los señalamientos hacen parte de ataques políticos que buscan debilitar su imagen y su gobierno.

A pesar de su defensa, la polémica continúa alimentando discusiones sobre ética pública, transparencia y el nivel de escrutinio que debe tener la vida privada de un presidente. El caso ha puesto sobre la mesa un debate más profundo: hasta dónde llega lo personal cuando se representa a todo un país.

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