Alternativas ante la reforma tributaria de Petro: ¿Qué opciones se exploran?

La tercera reforma tributaria presentada por el gobierno de Gustavo Petro en septiembre de 2025 tiene como objetivo recaudar más de 26 billones de pesos para financiar el presupuesto del 2026, estimado en más de 550 billones. Sin embargo, en medio de la controversia que ha generado la propuesta, distintos sectores políticos, económicos y sociales han planteado alternativas que podrían aliviar la presión fiscal sin recurrir únicamente a nuevos impuestos.

Austeridad en el gasto público

Una de las principales opciones que se ha puesto sobre la mesa es la reducción del gasto público. Varios analistas y entes de control insisten en que el Estado debe ajustar sus finanzas antes de trasladar más cargas a los contribuyentes. Datos recientes muestran que diez entidades concentran cerca del 80% del presupuesto de 2025, y en varias de ellas el gasto se ha disparado sin control. Con recortes focalizados y una gestión más eficiente, se estima que podrían ahorrarse entre 3 y 16 billones de pesos, aliviando así la necesidad de una tributaria tan agresiva.

Diversificación del financiamiento y crédito público

Tras las dificultades para sacar adelante reformas anteriores, el propio presidente Petro ha mencionado la posibilidad de diversificar las fuentes de financiamiento. Entre las propuestas están ampliar las líneas de crédito externo, fortalecer la banca pública y garantizar apoyos solidarios a regiones específicas, sin incrementar de forma desmedida las disparidades territoriales. Estos ajustes buscarían cubrir parte del déficit sin recurrir a la creación de más impuestos que afecten directamente a la ciudadanía.

Medidas compensatorias como el salario mínimo

Otro de los caminos discutidos ha sido el incremento progresivo del salario mínimo. El Gobierno ha sugerido que, ante la imposibilidad de aprobar una tributaria de mayor alcance, se pueden impulsar políticas de compensación económica para las familias más vulnerables. Esto no resuelve el déficit fiscal, pero sí serviría como un alivio temporal en medio de la coyuntura, mientras se diseñan medidas estructurales de mayor impacto.

Enfoque en progresividad y eficiencia tributaria

Distintos expertos han señalado que Colombia necesita una reforma que realmente sea progresiva, es decir, que los que más tienen paguen proporcionalmente más. Hoy, menos del 7% de la población económicamente activa paga impuesto de renta, lo que muestra una estructura poco equitativa. Una alternativa viable sería ampliar gradualmente la base de contribuyentes, simplificar el sistema y cerrar espacios de evasión, en lugar de seguir aumentando tarifas a sectores ya golpeados como las empresas y el consumo.

Reducción del IVA y eliminación de gravámenes

En el debate público también han surgido propuestas alternativas desde la oposición. Una de ellas es la reducción del IVA a una tarifa general del 10%, eliminando el IVA descontable y suprimiendo el impuesto del 4×1000. Aunque esta medida implicaría una menor recaudación inicial, busca dinamizar el consumo, mejorar la liquidez de los hogares y empresas, y fomentar la formalización. Con un mayor dinamismo económico, el recaudo podría equilibrarse en el mediano plazo.

Disciplina fiscal y respeto a la regla fiscal

Otra alternativa es la disciplina fiscal. La suspensión temporal de la regla fiscal ha sido justificada por el Gobierno como necesaria para atender compromisos inmediatos, como el subsidio a los combustibles. Sin embargo, algunos sectores proponen retomar cuanto antes esa regla, reduciendo de manera real el gasto y controlando el déficit. Esta opción apunta a mantener la confianza en los mercados internacionales y evitar un aumento del endeudamiento que pueda comprometer la estabilidad del país.

Conclusión

Las alternativas frente a la reforma tributaria de Petro muestran que existen otros caminos para equilibrar las finanzas sin castigar excesivamente a la población. Entre ellas destacan la austeridad en el gasto, la diversificación del financiamiento, las políticas compensatorias como el salario mínimo, la ampliación progresiva de la base tributaria, la simplificación del IVA y la disciplina fiscal.

El debate sigue abierto: mientras el Gobierno insiste en la necesidad de una tributaria fuerte para cubrir el presupuesto de 2026, otros sectores defienden que antes de subir impuestos es necesario ordenar la casa. La discusión en el Congreso y en la opinión pública definirá cuál de estas alternativas tendrá mayor peso en la construcción de un modelo fiscal más sostenible, justo y eficiente para Colombia.

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