Fajardo responde a quienes cuestionan su “valentía” durante visita a la Costa Caribe
Durante un recorrido por el municipio de Galapa, en el área metropolitana de Barranquilla, el precandidato presidencial Sergio Fajardo protagonizó un momento que rápidamente se volvió tema nacional. En medio de un encuentro con ciudadanos, uno de los asistentes mencionó la frase popular que suele usarse para cuestionar el carácter de un líder: “que si tiene huevas”. Fajardo decidió responder de manera directa, usando la misma expresión para dejar clara su posición sobre el concepto de valentía en la política colombiana.
El comentario surgió cuando un asistente cuestionó si Fajardo tenía la fortaleza necesaria para asumir las decisiones difíciles que exige un liderazgo nacional. Ante esto, el precandidato no evadió la expresión coloquial y respondió con serenidad que la discusión sobre “tener huevas” suele estar asociada a una visión equivocada del poder, en la que se confunde valentía con agresividad, machismo o una actitud de fuerza impostada.
Fajardo afirmó que el país no necesita líderes que griten o actúen desde la violencia verbal, sino dirigentes capaces de mantener la decencia aun en medio de la confrontación política. Según él, muchos de los que hablan de “huevas” como símbolo de carácter han sido precisamente quienes han contribuido a la corrupción, la polarización y el deterioro de la vida pública. Para el excandidato, la verdadera valentía está en actuar con coherencia y transparencia, incluso cuando ello resulta impopular o implica enfrentar a quienes ostentan poder.
El intercambio tuvo lugar frente a un público diverso compuesto por campesinos, emprendedores, artesanos, productores y jóvenes. Allí, Fajardo reiteró que su estilo político no se basa en el insulto ni en la fuerza bruta, sino en la convicción, la serenidad y la confianza en el trabajo colectivo. Señaló que apela al diálogo como herramienta de transformación y que su visión de liderazgo se aleja de los modelos masculinizados que tradicionalmente dominan los escenarios públicos.
La reacción ciudadana y mediática fue inmediata. Algunos destacaron la naturalidad con la que respondió, señalando que logró convertir una expresión vulgar en una reflexión profunda sobre el poder y la ética. Otros criticaron el hecho de que utilizara un término coloquial en un espacio público, cuestionando si era apropiado para alguien que aspira a la Presidencia.
Sin embargo, Fajardo defendió su postura afirmando que el país atraviesa un momento en el que se necesita claridad, franqueza y, sobre todo, un liderazgo que rompa con la lógica de la agresión. Con esto, dejó claro que su concepto de “valentía” no se mide en gritos ni bravuconadas, sino en la coherencia de las acciones y el respeto por la ciudadanía.
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