Vía El Estanquillo–Popayán vuelve a aplazarse: megaproyecto clave del suroccidente sigue sin despegar
El megaproyecto vial entre El Estanquillo y Popayán, una de las obras más esperadas para mejorar la movilidad y la competitividad del suroccidente del país, enfrentó un nuevo aplazamiento. La Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) amplió nuevamente los plazos, lo que retrasa tanto la presentación de ofertas como la adjudicación del proyecto, prevista ahora para finales de enero de 2026.
Un proyecto que avanza, pero no arranca
Aunque el proyecto se mantiene vigente y ha despertado interés de inversionistas internacionales, los avances reales siguen siendo lentos. En los últimos meses, la ANI ha realizado ajustes a los pliegos, ampliado plazos y atendido inquietudes financieras, lo que ha generado incertidumbre entre los posibles proponentes. A estos factores se suman retos fiscales y la complejidad para asegurar el financiamiento basado en vigencias futuras, un elemento clave para la viabilidad de la obra.
A pesar de las demoras, el Departamento Nacional de Planeación ya dio su concepto favorable al esquema de Asociación Público-Privada, y el Ministerio de Hacienda aprobó la estructura financiera y la valoración de riesgos. Además, el Gobierno Nacional ha asegurado que las vigencias futuras —que representan cerca del 97 % de la financiación total— están garantizadas.
Una obra ambiciosa para transformar la región
El proyecto El Estanquillo–Popayán contempla una inversión cercana a los 8,8 billones de pesos y una infraestructura de gran envergadura que incluye 14 túneles, más de 120 puentes y más de 60 kilómetros de doble calzada. También implica la adquisición de más de 600 predios, obras de estabilización geotécnica y la generación de aproximadamente 150.000 empleos durante su fase de construcción.
La vía beneficiaría directamente a más de un millón de habitantes de los departamentos de Cauca, Nariño, Putumayo y Valle del Cauca, reduciendo tiempos de viaje, mejorando la conectividad interregional y fortaleciendo la competitividad del suroccidente colombiano, especialmente en su conexión hacia Ecuador.
Los retos que persisten
Pese a los avances institucionales y financieros, el proyecto continúa enfrentando cuestionamientos. La sucesión de aplazamientos, cambios en los pliegos y las discusiones sobre la sostenibilidad fiscal han debilitado la confianza en que la obra pueda adjudicarse en los tiempos anunciados.
Analistas señalan que la continuidad del proyecto dependerá de la capacidad del Gobierno para mantener su compromiso financiero y garantizar condiciones claras y estables a los inversionistas. Mientras tanto, los territorios afectados por la falta de infraestructura siguen esperando una solución que lleva años proyectándose.
Lo que viene
Según el cronograma más reciente, las ofertas deberán presentarse antes del 23 de diciembre y la audiencia pública de adjudicación se realizará a finales de enero de 2026. Si el proceso no vuelve a aplazarse, el megaproyecto podría finalmente iniciar su fase contractual y, posteriormente, la ejecución de obras.
Por ahora, la vía El Estanquillo–Popayán sigue siendo una promesa de transformación para el suroccidente, pero una promesa que, al menos por ahora, continúa esperando para convertirse en realidad.

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