«Feos», la nueva película de Netflix, nos presenta una historia que explora la obsesión contemporánea con la apariencia y la juventud. A través de una narrativa que combina drama y acción, la película plantea preguntas inquietantes sobre los estándares de belleza y el uso de cirugías estéticas como una forma de evadir el paso del tiempo, alrededor de la cual funciona toda una sociedad.

Uno de los puntos más negativos que aborda la película es la superficialidad asociada a la belleza física. Los personajes, que se embarcan en una serie de procedimientos quirúrgicos para “mejorar” su apariencia, terminan atrapados en una espiral de insatisfacción. Esto pone de relieve la presión social que enfrentan muchas personas para cumplir con ideales de belleza que a menudo son inalcanzables y artificiales. La película sugiere que, en lugar de encontrar la aceptación en su propio cuerpo, los personajes buscan una solución rápida en la cirugía, lo que puede tener repercusiones emocionales y físicas graves, que también buscan reparar eliminando los recuerdos y sentimientos o emociones.

Desde una perspectiva técnica, «Feos» presenta varias falencias. La dirección y el guion a menudo caen en clichés, perdiendo la oportunidad de profundizar en los dilemas psicológicos de los personajes. El desarrollo de la trama es predecible, lo que hace que algunas escenas se sientan forzadas y carentes de autenticidad. Además, la actuación de algunos personajes puede resultar poco convincente, lo que resta impacto emocional a momentos que deberían ser más conmovedores. Lo que la convierte en una película aburrida.

Otro aspecto criticable es la falta de una crítica más profunda al sistema que alimenta la cultura de la apariencia. Aunque la película aborda la obsesión por la juventud, no ofrece un análisis satisfactorio sobre cómo los medios y la industria de la moda perpetúan estos estándares. Esta ausencia de crítica hace que la película se sienta superficial en su abordaje de un tema tan complejo.

En conclusión, «Feos» es una película que, aunque intenta abordar una problemática relevante, se queda corta en su ejecución. A pesar de sus intenciones de cuestionar la búsqueda de la belleza a toda costa, falla en ofrecer una reflexión profunda y su narrativa se ve empañada por limitaciones técnicas. Es un recordatorio de que la búsqueda de la perfección estética puede tener un costo elevado, pero su mensaje podría haber sido mucho más impactante si hubiera sido tratado con mayor profundidad y originalidad. Le damos 3 de 5 estrellas al faltarle mucho más para convertirse en una película que de pie a más secuelas como esta buscando Netflix y poder competir con Los Juegos del Hambre o Divergente.

Generado con IA y editado por Estefany Arana