Pacto Histórico desiste de su consulta interna: razones y escenarios

Una decisión inesperada

El Pacto Histórico, coalición política que respalda al gobierno del presidente Gustavo Petro, había anunciado la realización de una consulta interna el 26 de octubre para definir a su candidato presidencial y ajustar las listas al Congreso. Sin embargo, tras semanas de incertidumbre jurídica y tensiones internas, la dirección de la colectividad decidió desistir de esa convocatoria y optar por otro mecanismo de selección.

La decisión sorprendió a buena parte de la opinión pública y abrió interrogantes sobre la cohesión de la izquierda de cara a las elecciones de 2026.

Obstáculos jurídicos

Uno de los factores que más influyó en el aplazamiento fue el panorama legal. El Consejo Nacional Electoral (CNE) aprobó la fusión de varias fuerzas que integran el Pacto Histórico, como el Polo Democrático, la Unión Patriótica y el Partido Comunista. Sin embargo, dejó por fuera a movimientos de gran peso como Colombia Humana y Progresistas, lo que generó un ambiente de incertidumbre.

Al no estar plenamente integradas estas agrupaciones, la consulta habría perdido representatividad y legitimidad. Además, el cronograma impuesto por el CNE resultaba difícil de cumplir en tan corto tiempo, pues la inscripción de precandidaturas y la organización logística se volvían inviables.

Este escenario llevó a los dirigentes a considerar que las condiciones jurídicas no eran favorables para un proceso abierto y participativo, como se había proyectado inicialmente.

Tensiones internas en la coalición

Las diferencias dentro del Pacto también pesaron en la balanza. Varios de sus líderes manifestaron desacuerdos sobre la manera de escoger al candidato presidencial. Rivalidades entre figuras visibles, como Gustavo Bolívar, Daniel Quintero y María José Pizarro, dejaron en evidencia que no existía un consenso real sobre las reglas del juego.

Algunos sectores temían que la consulta se convirtiera en un escenario de división más que en un ejercicio democrático de unidad. La exclusión de movimientos como Colombia Humana también alimentaba el malestar entre militantes, quienes cuestionaban la utilidad de participar en una contienda que no representara a todas las fuerzas de la coalición.

En la práctica, la consulta corría el riesgo de profundizar las fracturas internas en lugar de consolidar una propuesta unificada para 2026.

Un viraje estratégico

Frente a este panorama, la dirección del Pacto Histórico resolvió no realizar la consulta del 26 de octubre y anunció que el Comité Político definirá un nuevo mecanismo de selección. Entre las opciones que se analizan están un proceso interno más controlado, acuerdos programáticos o incluso una nueva consulta en una fecha distinta, probablemente en 2026.

La decisión obedece a un cálculo político: evitar un desgaste prematuro, preservar la unidad y no exponer a la coalición a un proceso con poca legitimidad. Con ello, el Pacto busca ganar tiempo para reorganizarse y ajustar sus reglas internas antes de dar un paso definitivo hacia la carrera presidencial.

Reacciones y escenarios

El anuncio fue recibido con reacciones divididas. Para algunos dirigentes, representa una oportunidad de replantear la estrategia y fortalecer los consensos. Otros, en cambio, lo ven como una señal de debilidad y desorganización, que podría afectar la imagen de la coalición ante la ciudadanía.

Lo cierto es que la decisión no elimina la necesidad de definir pronto un candidato presidencial, pues la carrera electoral ya está en marcha y otros partidos avanzan en sus definiciones. El reto para el Pacto será mantener el entusiasmo de su base electoral y evitar que las divisiones internas debiliten su capacidad de competir en 2026.

Conclusión

La cancelación de la consulta del 26 de octubre no implica el fin de la estrategia del Pacto Histórico, sino un replanteamiento obligado por factores jurídicos y políticos. La coalición tendrá que demostrar en los próximos meses que puede superar sus tensiones internas, consolidar su estructura legal y presentar una propuesta unitaria al electorado.

En política, no siempre se trata de correr más rápido, sino de saber esperar el momento adecuado. El Pacto Histórico apostó por frenar, reorganizarse y buscar un camino que le permita llegar con mayor fortaleza a la contienda presidencial de 2026.