Liberados 45 militares en El Tambo, Cauca, tras asonada campesina
Retención en zona de conflicto
En las últimas horas, el departamento del Cauca volvió a ser escenario de tensión tras la retención de 52 militares del Ejército Nacional en la vereda Los Tigres, corregimiento de Honduras, municipio de El Tambo. Los uniformados, que adelantaban la operación Perseo II contra las disidencias de las FARC en esta zona, fueron rodeados por cerca de 600 campesinos, quienes, según las autoridades, actuaron bajo presión de la estructura criminal Carlos Patiño.
Los hechos ocurrieron el domingo 7 de septiembre, cuando los soldados realizaban labores de control territorial en un área caracterizada por la presencia de cultivos ilícitos y corredores estratégicos para el narcotráfico. La multitud bloqueó su paso y les impidió continuar con la operación. Sin posibilidades de reaccionar y para evitar un enfrentamiento con la comunidad, los militares quedaron retenidos durante casi 24 horas.
El episodio fue catalogado como un secuestro por parte del Gobierno Nacional, que de inmediato exigió la liberación de todos los uniformados. El presidente Gustavo Petro y el Ministerio de Defensa advirtieron que este tipo de acciones ponen en grave riesgo la seguridad nacional y debilitan los esfuerzos por recuperar el control estatal en regiones históricamente golpeadas por el conflicto armado.
Operación de rescate y liberación
La presión ejercida por las autoridades y el despliegue de una operación aérea fueron claves para lograr la liberación de 45 militares. Helicópteros de la Fuerza Aérea participaron en la extracción de los uniformados, quienes fueron trasladados al Cantón Militar de Popayán. Allí recibieron atención médica, verificación de su estado físico y acompañamiento psicológico, antes de poder reencontrarse con sus familias.
El Ejército destacó que la liberación se logró sin disparar un solo tiro, gracias a la coordinación entre las tropas, la aviación y las unidades de reacción rápida. Este resultado evitó un desenlace violento que hubiera podido afectar tanto a los uniformados como a la población civil de la zona.
No obstante, el presidente Petro confirmó que aún permanecen retenidos siete militares, lo cual mantiene la tensión en la región. El Gobierno insistió en que deben ser liberados de inmediato y reiteró que la retención de miembros de la Fuerza Pública constituye un delito que no puede justificarse bajo ninguna circunstancia.
Este hecho revive el recuerdo de otros episodios ocurridos en el mismo municipio de El Tambo y en departamentos vecinos, donde campesinos coaccionados por grupos armados han participado en bloqueos y asonadas contra la Fuerza Pública. Según expertos en seguridad, estas prácticas buscan frenar la presencia militar en zonas estratégicas para el narcotráfico y la minería ilegal.
Repercusiones e impacto en la región
La retención y posterior liberación de los militares ha generado múltiples reacciones en el ámbito político y social. Desde diferentes sectores se ha cuestionado la vulnerabilidad de las tropas en regiones donde la presión de grupos armados sobre la población civil es determinante. Además, se ha encendido nuevamente el debate sobre la necesidad de reforzar la capacidad operativa del Ejército y recuperar la confianza de las comunidades.
El Gobierno Nacional, por su parte, ha planteado la posibilidad de retomar medidas más drásticas contra los cultivos ilícitos, como la fumigación aérea con glifosato, suspendida hace años por sus impactos ambientales y en la salud. La discusión se intensifica a raíz de la influencia creciente de estructuras disidentes en departamentos como Cauca, Nariño y Putumayo, donde el control territorial del Estado sigue siendo limitado.
La sociedad civil también ha reaccionado con preocupación. Organizaciones defensoras de derechos humanos advierten que los campesinos están siendo utilizados como escudos humanos en medio del conflicto, mientras que líderes comunitarios insisten en la necesidad de mayor inversión social, vías de comunicación y programas de sustitución de cultivos que ofrezcan alternativas sostenibles a la población.
Mientras tanto, en El Tambo la tensión continúa. La liberación de los 45 militares representa un respiro momentáneo, pero la retención de los siete restantes sigue siendo un recordatorio del complejo panorama de orden público que vive el Cauca. Las autoridades han reiterado que no cederán ante presiones ilegales y que mantendrán las operaciones hasta garantizar el retorno seguro de todos los uniformados.
Lo sucedido deja en evidencia, una vez más, la frágil situación que enfrentan los soldados en su tarea de recuperar territorios estratégicos. También muestra cómo las comunidades rurales, atrapadas entre la presencia militar y la presión de los grupos armados, se convierten en protagonistas involuntarios de un conflicto que sigue afectando la estabilidad de la región.

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