● La oportunidad más firme se frustró en 2017, cuando eligió viajar a Chile pero no incluyó a su país natal.

● Jorge Mario Bergoglio fue declarado Papa el 13 de marzo de 2013. Desde ese año, no regresó a su país. 

Este lunes 21 de abril de 2025 se confirmó el fallecimiento del papa Francisco, quien, a pesar de su profundo vínculo con Argentina, nunca visitó su país natal en más de 10 años como sumo pontífice. Aunque expresó en varias ocasiones su deseo de reencontrarse con sus compatriotas, nunca logró concretar esa visita. 

Desde su elección como sumo pontífice, la relación con su tierra de origen estuvo atravesada por tensiones, principalmente con los actores del poder, más que con los fieles que compartieron su sensibilidad pastoral.

Aunque muchos de sus críticos reconocen que el papa Francisco es «quizás la figura más trascendente de Argentina de este tiempo», su llegada al trono de San Pedro en 2013 implicó un cambio drástico en su vida. Hasta entonces, su influencia se había limitado a la Compañía de Jesús, el arzobispado de Buenos Aires y, más tarde, la presidencia del Episcopado entre 2006 y 2011.

Su papel como superior provincial de los jesuitas durante la dictadura militar, en el que protegió a perseguidos políticos en el Colegio Máximo de San Miguel, contrasta con la consideración política que tuvo en aquellos años: era visto como un actor secundario en la escena nacional. A partir de su elección como Papa, su figura se proyectó a nivel mundial, despertando también resistencias por el marcado enfoque social de su pontificado.

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El papa Francisco en una fotografía del pasado 12 de febrero. Foto:AFP

En el ámbito interno de la Iglesia argentina, Francisco promovió una transformación profunda, priorizando una Iglesia más abierta y cercana a los excluidos. La encíclica Laudato si dejó un legado en el cuidado del ambiente y los nombramientos de obispos reflejaron su visión, al elegir pastores con fuerte perfil social, como Ángel Rossi en Córdoba, Jorge Ignacio García Cuerva en Buenos Aires y Gustavo Carrara en La Plata, entre otros.

Entre sus principales colaboradores se destacó Víctor Manuel Fernández, trasladado a Roma para dirigir el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, en quien confió la tarea de moderar las sanciones canónicas tradicionales. Además, Francisco mantuvo un contacto personal constante con obispos y sacerdotes de las regiones más apartadas de Argentina.

Una visita que nunca se concretó

La posibilidad más concreta de un viaje de Francisco a Argentina surgió a fines de 2017, cuando visitó Chile, pero finalmente el país quedó fuera de la agenda. Esta ausencia provocó decepción entre los católicos y reforzó las críticas, incluso dentro de sectores tradicionalmente cercanos a la Iglesia.

De acuerdo con algunos registros, la relación de Francisco con la política argentina estuvo marcada por la distancia y la incomodidad. 

Durante el kirchnerismo, Jorge Bergoglio fue considerado “un enemigo” por Néstor Kirchner, abogado y expresidente de Argentina, lo que provocó decisiones como trasladar los Tedeum oficiales fuera de Buenos Aires para evitar sus homilías críticas. 

La tensión se profundizó con el debate por la ley de matrimonio igualitario, donde su postura más moderada no logró imponerse en el Episcopado, que optó por una posición confrontativa.

papa Francisco
papa Francisco Foto:AFP

Tras su elección como Papa, su enfoque hacia las personas LGBTQ+ quedó reflejado en su histórica declaración: “Si una persona de tendencia homosexual es honesta y busca a Dios, ¿quién soy yo para juzgarla?”. Esta afirmación marcó un punto de inflexión dentro de la Iglesia, diferenciando la atención pastoral de las críticas hacia la ideología de género, considerada por Francisco como “peligrosa” al entender que “anula las diferencias”.

Pese a los múltiples intentos de acercamiento de los presidentes argentinos, Cristina Kirchner, Mauricio Macri, Alberto Fernández y Javier Milei, la relación con el Vaticano no logró consolidarse. El aumento de la pobreza, que pasó del 27,4 % al 52,9 % durante su pontificado, fue otro factor de fondo que tensionó los vínculos.

Algunos momentos con líderes argentinos

Durante su mandato, la expresidenta , Cristina Kirchner había tenido varios encuentros con Francisco, pero el vínculo se fue enfriando con el paso de los años. Posteriormente, la relación con Alberto Fernández también se deterioró, especialmente tras la sanción de la ley de aborto en plena pandemia, algo que generó malestar en el Vaticano.

En contraste, Francisco mantuvo una relación cercana con el dirigente social Juan Grabois, a quien incluyó en reuniones con movimientos populares, promoviendo las ‘tres T’: techo, tierra y trabajo. 

La relación con el gobierno de Javier Milei estuvo marcada por distanciamientos, aunque el Papa recibió al líder libertario en el Vaticano, quien previamente había lanzado fuertes críticas hacia él. 

La verborragia de Milei provocó la reacción de sacerdotes de villas y barrios populares, quienes durante la campaña electoral de 2023 celebraron una misa en desagravio por los insultos dirigidos al Papa. Los mensajes de Francisco siempre se centraron en promover la cultura del encuentro, buscando superar las divisiones y el conflicto.

El encuentro fue celebrado por la Oficina de Presidencia argentina.
El encuentro fue celebrado por la Oficina de Presidencia argentina. Foto:X: @OPRArgentina

En septiembre de 2024, durante uno de estos encuentros, criticó el uso de gas pimienta en manifestaciones contra el gobierno de Milei.

La grieta política y social, sumada a la falta de condiciones adecuadas, terminó por frustrar el esperado regreso de Francisco a su patria. 

Mariano De Vedia

Tomado de El Tiempo