La noche del 13 de junio, un grupo armado residual atacó la estación de Policía en Cajibío, con ametralladoras, fusiles, bombas y drones
La noche del jueves 13 de junio, la estación de Policía de El Carmelo, en Cajibío, Cauca, fue atacada por el grupo armado residual Jaime Martínez.
Los policías en el lugar reportaron que los atacantes utilizaron ametralladoras, fusiles, bombas incendiarias y cilindros bomba. En audios difundidos en redes sociales se escucharon las intensas ráfagas de disparos y explosiones.
El Ejército Nacional respondió a la situación mediante maniobras ofensivas para apoyar a la Policía, informó la Tercera División del Ejército Nacional en la red social X.
Además, la Fuerza Aérea Colombiana desplegó unidades aéreas para salvaguardar la integridad de los miembros de la Fuerza Pública y la comunidad.
En el corregimiento de El Carmelo, el grupo armado cortó el suministro de energía eléctrica, exacerbando la situación de emergencia. Según testigos y líderes sociales, el ataque comenzó aproximadamente a las 8 de la noche, y fue de gran envergadura, utilizando ráfagas y explosivos arrojados con drones. También se destacó la solicitud urgente de apoyo aéreo y terrestre por parte de los uniformados en la zona.
Este incidente no es el primero en la región. En la madrugada del 12 de junio, Cajibío también sufrió un ataque. Cámaras de seguridad captaron a un presunto subversivo disparando contra la estación de policía local. El Ejército logró controlar esa situación con despliegue aéreo y terrestre.
El comandante de la Policía en el Cauca, coronel Giovanny Torres Bautista, informó que, pese a la magnitud del ataque, no se registraron heridos o víctimas entre el personal gracias a la rápida reacción de las unidades de apoyo.
Además, confirmó que en los alrededores de Suárez también hubo hostigamientos contra la estación de Policía y una unidad militar en el sector de La Salvajina.
Por su parte, el Comando Conjunto No. 2 Suroccidente del Ejército Nacional informó por medio de su cuenta de X, antes Twitter, que “Nuestras tropas de la #Brigada29 del @COL_EJERCITO inician maniobras ofensivas para apoyar a nuestros hermanos de @PoliciaColombia quienes sostienen enfrentamientos contra el grupo armado organizado residual Jaime Martínez en zona rural de Cajibío, #Cauca”
También, desde la cuenta oficial de Tercera División del Ejército Nacional, en X, también se informó sobre las maniobras contra el grupo armado ilegal, “Nuestras tropas de la #Brigada29 del @COL_EJERCITO comienzan maniobras ofensivas para apoyar a nuestros hermanos de @PoliciaColombia quienes sostienen enfrentamientos contra el grupo armado organizado residual Jaime Martínez en zona rural de Cajibío, #Cauca. El despliegue operacional es reforzado con apoyo aéreo de la @FuerzaAereaCol para salvaguardar la integridad de los miembros de la Fuerza Pública y la comunidad”.
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Más de 800 menores de edad han sufrido reclutamiento forzado en el Cauca
El departamento del Cauca enfrenta una crisis humanitaria, con innumerables vidas afectadas y niños separados de sus familias para ser involucrados en conflictos armados. .
Los grupos armados explotan la vulnerabilidad de estas comunidades, reclutando a menores tanto en sus hogares como en sus escuelas. De acuerdo con datos de la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (Acin), aproximadamente 817 menores de entre 11 y 17 años han sido forzados o engañados para unirse a estas organizaciones ilegales, principalmente disidencias de las Farc. Esta problemática se ha intensificado en los últimos años, particularmente en la zona norte de Cauca, hogar de unos 22 resguardos indígenas.
Las denuncias locales indican que el reclutamiento de menores ha alcanzado niveles alarmantes, con el 79% de los casos reportados en la región afectando a menores indígenas, de los cuales el 63% fue reclutado por la fuerza.
Edwin Mauricio Capaz, defensor de derechos humanos en Cauca, comentó sobre el incremento en los últimos cuatro años, señalando que la reorganización de los grupos armados tras el acuerdo de paz ha impactado principalmente a la población indígena joven en el norte de Cauca. Según Capaz, hay una intención clara de estos grupos de mantener su presencia militar mediante el reclutamiento de niños indígenas, aprovechando la facilidad de adoctrinarlos.
Capaz también señaló que “parece que el Cauca está exportando jóvenes para la guerra”. Observa que, en diversas regiones como Tolima y Nariño, hay presencia de jóvenes caucanos entre los fallecidos en combate, sugiriendo que las condiciones en Cauca facilitan el reclutamiento y posterior envío de estos jóvenes a otros escenarios de conflicto.
Además, existe un subregistro de menores reclutados y desaparecidos. Los grupos armados ilegales a menudo entierran a sus combatientes en fosas comunes en zonas de conflicto, ocultando así sus bajas. Ana Deida Secué, mayora indígena del Cric, explicó que el reclutamiento de niños afecta no solo a las familias sino a toda la comunidad, perturbando la convivencia y el equilibrio en sus territorios. La búsqueda de los menores se convierte en un esfuerzo comunitario que pone en riesgo a todos, especialmente a los líderes de las búsquedas.
Tomado de INFOBAE